El hallazgo del sarcófago de Ramsés II
Es un fragmento de sarcófago descubierto bajo el suelo de un centro religioso. Pertenece a uno de los faraones del antiguo Egipto más conocidos. El hallazgo del sarcófago de Ramsés II ocurrió en Abydos, una antigua ciudad en el centro-este de Egipto.
Se desenterró el artefacto de granito en 2009 dentro de un edificio copto. El equipo es dirigido por los arqueólogos Ayman Damrani y Kevin Cahail. Determinó que el sarcófago había pertenecido a dos individuos en momentos diferentes. Solo identificaron a uno: Menkheperre, un «sumo sacerdote de la dinastía XXI». Vivió en el año 1000 a.C., según un comunicado del CNRS.
Conexión
El propietario inicial del sarcófago seguía siendo un misterio. Se sabía que pertenecía a una «figura de muy alto rango del Nuevo Reino egipcio». El egiptólogo Frédéric Payraudeau, profesor de la Universidad de la Sorbona en Francia, conectó a Ramsés II con el sarcófago. Para ello, descifraron un cartucho olvidado, un grabado de forma ovalada que representa el nombre de un faraón. Sería del mismísimo Ramsés II.
Ramsés II fue el tercer gobernante de la XIX dinastía del antiguo Egipto. Gobernó desde 1279 hasta 1213 a.C. Expandió el imperio de Egipto y amplió el Templo de Karnak. En 1881, la momia y el ataúd de Ramsés II fueron encontrados en un escondite «secreto» en Deir el-Bahari. Es un complejo de templos en las afueras de Luxor. Este contenía los restos de otros 50 miembros de la nobleza, incluido su padre, según el Museo de Egipto. Su ataúd, muy ornamentado, se considera «uno de los ataúdes más llamativos del antiguo Egipto».
Reutilizando objetos
El hallazgo del sarcófago de Ramsés II confirma que estos objetos se reutilizaban. Antes de colocarlo en el sarcófago que hallaron, a Ramsés II se le enterró en un ataúd de oro. Ahora está perdido. Luego lo trasladan a un sarcófago de alabastro, que destruyeron los saqueadores. Posteriormente lo trasladan al sarcófago de granito, que Menkheperre trasladó a Abydos para usarlo él mismo, informó La Brújula Verde.
«Este descubrimiento es una nueva prueba de que en aquella época el Valle de los Reyes era objeto no sólo de saqueos. También reutilizaron los objetos funerarios por parte de posteriores soberanos», según el comunicado. El estudio se publicó en la revista Revue D’Égyptologie.