¿Conoces cual es el origen de las tarjetas de navidad?
Las tarjetas de navidad forman parte de las tradiciones de estas fiestas, desde hace mucho tiempo, muy utilizadas hasta el surgimiento de Internet. Impresas de las formas más diversas, las tarjetas representaban la mejor forma de desear buenos augurios para la Navidad y el Año Nuevo. La tradición de enviar tarjetas navideñas nació durante la era Victoriana en el Reino Unido.
El nacimiento de las tarjetas navideñas
Los registros indican que la primera tarjeta navideña, la envió Sir Henry Cole en 1843. Se desempeñaba como funcionario estatal en el correo británico y envió a familiares y amigos una tarjeta impresa, con los mejores deseos para esas fiestas.
Según la Enciclopedia de Historia Mundial, se imprimieron mil copias de esa primera tarjeta, lo que hizo que otros también se sumaran a los envíos. Fue así que comenzó el intercambio de tarjetas de navidad durante la era victoriana (entre 1837 y 1901). Una idea que se diseminó por todo el mundo.
La costumbre se hizo tradición a partir de ciertos cambios que se produjeron en el mundo. El abaratamiento de los sellos postales y la reducción de los costes de las técnicas de impresión fueron las principales razones que incentivaron a las personas a enviar tarjetas navideñas. A partir de 1840, el envío de estas tarjetas por correo se convirtió en el medio más idóneo y asequible para enviarles buenos deseos a conocidos, familiares y amigos.
Una tradición inglesa que se popularizó en todo el mundo
Desde aquella época, las tarjetas navideñas tuvieron un fuerte impulso y se transformaron en una tradición. La familia real de Inglaterra las adoptó como una forma original de enviar saludos. Sobre todo los miembros más jóvenes de la realeza impulsaron la costumbre de enviar tarjetas hechas a mano.
La misma Reina Victoria, no solo aprobó la idea, sino que comenzó a enviar postales navideñas a personajes públicos, lo que hizo que la tradición se popularizara en el Reino Unido.
La costumbre se hizo casi indispensable e incluso, quienes no recibían una tarjeta para Navidad, se creían “desamparados”. En pocos años, Inglaterra estuvo invadida por millones de tarjetas navideñas que se entrecruzaban en las oficinas postales.
Este suceso dio origen a las impresiones navideñas que, luego, se hicieron tradicionales en todo el mundo. Las tarjetas se imprimían con imágenes típicas como, una familia brindando, un árbol navideño cargado de regalos, o Papá Noel con su trineo, entre otras.
Las imágenes las creaban los ilustradores victorianos, quienes impusieron una moda de árboles decorados sobre un fondo nevado y adornos coloridos. Antes de la producción en masa, las tarjetas navideñas se litografiaban y se terminaban de manera artesanal, lo que las hacía más costosas.
Asimismo, muchas de ellas eran pintadas a mano, con agregados de cintas de raso, brocados y seda para darles distinción.