Anécdotas de guerra XVIII: Como blandear unas botas
El sistema empleado por los soldados británicos en la Primera Guerra Mundial para ablandar las botas e impedir que aparecieran ampollas y rozaduras era un tanto desagradable pero muy efectivo. El método consistía en llenar las botas con orina y dejarlas así toda la noche.
Este truco daba lugar a una broma que se solía hacer a los reclutas recién llegados. Cuando uno de ellos se quejaba de la dureza y rigidez de sus botas, siempre había un veterano que le recomendaba utilizar un guisante (pea, en ingles).
Esto provocaba la confusión del recluta, hasta que se le aclaraba que se estaba refiriendo a la acción de orinar (pee, en inglés coloquial).