Vorkutá: la ciudad más triste del mundo
Imaginemos una ciudad perpetuamente cubierta de un manto de nieve, donde los inviernos se caracterizan por su extrema severidad, con temperaturas que caen hasta los -50 grados Celsius. Además, experimenta un período de oscuridad de 40 días debido al fenómeno de la noche polar, y el simple acto de transitar por sus calles se convierte en una experiencia desafiante por causa de los fuertes vientos. Así es, Vorkutá, la ciudad más triste del mundo, catalogada así, por su turbulenta historia y su actual estado de abandono.
¿Por qué dicen que Vorkutá es la ciudad más triste del mundo?
Vorkutá está enclavada en Siberia, en el Círculo Polar Ártico. A 10 horas de viaje en tren por un paisaje agreste y muy desolador.
Como también es desoladora, la historia de esta ciudad. No nació como ciudad, sino como un Gulag, es decir, una cárcel donde los prisioneros eran forzados a trabajar en forma inhumana. Lejos de todo, la posibilidad de escapar no existía.
Sus inicios datan de 1932, cuando crearon el Gulag más grande dentro del Círculo Polar Ártico. Su función era la minería, y lo sigue siendo actualmente, aunque la extracción de carbón ya no es tan rentable como en el pasado.
Historia del Gulag de Vorkutá
La mayoría de los prisioneros de este lugar eran intelectuales y opositores al régimen soviético. Sus familias constituyeron la ciudad en 1943. Los malos tratos y las pésimas condiciones de vida caracterizaban el sitio.
Al morir Stalin, hubo un levantamiento en contra de las condiciones forzadas a que estaban sometidos los presos. Esto sucedió en 1953 y murieron 42 personas. Cerca de una de las minas abandonadas, hoy se pueden visitar las tumbas sin nombres de aquellas personas. Con la disolución de la URSS, en algunas de las minas trabajaban ciudadanos libres, y muchas otras las cerraron y luego abandonaron.
Vorkutá en la actualidad
La ciudad tomó el mismo nombre del río que la surca. Vorkutá, en idioma Komi significa “muchos osos”, ya que antes de la llegada de los hombres alli había una numerosa población de osos. En los tiempos del Gulag, albergó cerca de 70 mil prisioneros, todos ellos opositores al soviet.
Por su ubicación geográfica, Vorkutá experimenta la noche polar. Durante 40 días en los inviernos el sol no alcanza a asomar por el horizonte, es simplemente de noche. Aunque durante los veranos, el sol no se pone durante varios días.
La ciudad todavía tiene cierto encanto del pasado, ya que conserva sus viejos carteles publicitarios y sus monumentos de otra época. Aunque solo es para el turismo, pues la política económica actual los llevó a una recesión donde cada vez más personas abandonan Verkutá para buscar otras oportunidades.
En las últimas tres décadas desertó las tres cuartas partes de la población. En la actualidad la habitan menos de 50.000 personas
Sin embargo, el único medio de subsistencia para los pocos habitantes que quedan en la ciudad es la extracción de carbón. Muchos barrios están desiertos, con edificios y viviendas abandonados y calles por donde nadie camina.
Vorkutá está considerada como un monumento a la templanza humana. Los pocos residentes, que operan las minas que quedan abiertas, formaron cooperativas para su subsistencia.