Holly Thompson, una estudiante de universidad de 17 años, se dislocó la mandíbula al bostezar en medio de una clase. La causa del accidente fue provocado por la relajación de los músculos que no mantuvieron la quijada en su lugar.
El tratamiento de la doctora Ejiro Obakponovwe fue utilizar 27 palillos de madera y colocarlos en de forma vertical en su boca. El objetivo era que la boca se cansara de estar en esa posición y que por acabara recuperando su posición natural (y eso fue lo que ocurrió). Una curiosidad bastante escalofriante, solo de pensar que eso podría ocurrirte a tí…
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