Uno de los gerentes del local, llamado Efe Rich, explica que se trata de «80 toneladas de hielo traído de Canadá para construir todo un bar. Las paredes, los asientos, los vasos, la barra, las mesas… Todo, menos el suelo y el techo, está hecho de hielo«. Uno de los propietarios del club, Craig Ling, ideó el concepto después de hospedarse en un hotel de hielo en el Artico, cuando decidió «trasladar ese concepto a un público más masivo».
Mientras neoyorquinos y turistas se derriten en las atascadas calles de la Gran Manzana debido a una ola de calor que ha llevado a las autoridades a urgir que se extremen las precauciones, este nuevo bar se antoja como un oasis en pleno corazón de Manhattan, a los pies del hotel Hilton.
Rodeado de casi un centenar de toneladas de hielo valorado en 400.000 dólares (304.400 euros). Fue inaugurado hace menos de dos semanas y que cobra una entrada de 20 dólares (15 euros), incluyendo una parka y unos guantes. Los más elegantes pueden pagar 40 dólares (30 euros) por un abrigo de piel falso, y por 95 dólares (72 euros) te regalan también un gorro y un cóctel.
«Es un sitio diferente a todos los trabajos que he tenido en mis doce años como bartender», explica a Efe uno de los camareros del lugar, el boliviano Julio Román, ataviado con un gorro, forro polar y botas de nieve como si del más frío invierno neoyorquino se tratara. El atuendo es más que necesario en este bar a 5 grados bajo cero en el que los clientes, muchos de ellos calzados con sandalias acordes con el calor exterior, no suelen aguantar más de 45 minutos.
