Un hombre ruso fue el primero que se operó a sí mismo
Se llamaba Leonid Ivanovich Rógozov y era el único médico en la base antártica rusa. A pesar de contar en ese momento con solo 27 años, enfermó gravemente. Diagnosticó que tenía apendicitis grave y se convirtió en el primer hombre que se operó a sí mismo.
Hizo su propio diagnóstico
Una mañana, comenzó a sentirse mal, débil, con un cansancio general y un punzante dolor abdominal. Luego de descartar cuestiones como la comida, su autodiagnóstico fue apendicitis en un grado avanzado. Necesitó tomar una urgente decisión, la operación debía practicarse cuanto antes.
Fue en ese momento en que decidió operarse él mismo contando con la ayuda del personal de la base soviética sin experiencia médica. Una apendicectomía es una operación normal en los hospitales, pero en la Antártida es otra cosa.
¿Cuál era su tarea en la Antártida?
El grupo que integraba Rógozov era de 12 personas en la campaña antártica soviética. Tenían como misión construir una base en el Oasis Schirmacher en la zona oriental de la Antártida. Para mediados de febrero de 1961, la base soviética Novolazarevskaya estaba lista. El viaje hasta la Antártida en barco les llevó 36 días. Cuando finalizaron la construcción, debían esperar a que pase el invierno para que otro barco los devolviese a Rusia.
Las gruesas capas de hielo, las ventiscas y los temporales de nieve, hacían imposible llegar por aire o por mar. La ayuda externa era imposible, por lo que el 29 de abril de 1961, Rógozov tomo la decisión de operarse si quería sobrevivir.
Se operó a sí mismo de apendicitis
Aunque la decisión no le resultó fácil, como médico sabía que su situación era de vida o muerte. Debía abrir su abdomen, sacar sus intestinos fuera y extraer su propio apéndice que estaba a punto de estallar. Su única duda era saber si aquello era factible.
Además, la política también era un motivo para tener en cuenta. Era la época de la Guerra Fría entre oriente y occidente. Por esta razón, para poder autooperarse, debía tener la autorización de Moscú. Si la cirugía salía mal y Rógozov moría, el programa soviético antártico sufriría mala propaganda. No obstante, el médico después de pasar toda la noche sin dormir y con un dolor agudísimo, tomo la decisión de operarse él mismo.
Detalles de la cirugía que se realizó a sí mismo
Diseñó a la perfección un plan para hacerlo. A cada uno de sus colegas les asignó una tarea específica. De entre ellos, escogió a dos que iban a ser sus ayudantes más cercanos. Debían tener a mano el instrumental, la lámpara para iluminar la operación y lo más importante, sostener el espejo. El director de la misión soviética estaba alerta por si alguno de los participantes se desmayaba.
Utilizó anestesia local, pero solo para la incisión. Debía extraer el apéndice con la cabeza despejada, por lo que debió aguantar el dolor mientras manipulaba sus propios intestinos. Le tomó dos horas hacer su propia cirugía y hubo momentos que creyó que no lo lograría. Pero la cirugía salió bien y tardó dos meses en retomar sus actividades.
Finalmente por causas metereológicas, las doce personas debieron pasar dos años en la base. Fueron trasladados en avión bajo condiciones extremas. Pocos días después que el hombre se operó a sí mismo, otro ruso se convirtió en el primer hombre que llegó al espacio.