Los vecinos del condado de Skamania alertaron a la policía tras escuchar una fuerte explosión en plena madrugada en una de las casas de su barrio, cuando los agentes llegaron al lugar de los hechos encontraron las partes del cuerpo del animal desperdigadas por el patio.
Los oficiales de policía afirman que Christopher Dillingham posee un negocio de fuegos artificiales, y que usando uno de ellos lo ató al cuello de su mascota y la hizo saltar por los aires.
Este hombre de 45 años de edad afirma que su forma de actuar se debe a que pensaba que su perra, de raza Labrador Retriever, estaba poseída por el demonio, y creía que haciéndola explotar acabaría con su diabólico sufrimiento.
El animal pertenecía anteriormente a un amigo de su ex novia, y que no pudiéndose hacer cargo de él se lo entregó, el hombre afirma que su ex pareja le «puso el diablo dentro de la perra».
Lo peor de todo es que el hombre no será juzgado por crueldad animal, ya que según las autoridades es necesario que haya pruebas del sufrimiento de su mascota, y en este caso la muerte fue instantánea, por lo que no sufrió «nada».
