Un hombre es despedido por tirarse pedos y eructos
Un trabajador francés eructaba y despedía flatulencias a diario en su puesto de trabajo, hasta tal punto que varios de sus compañeros interpusieron varias quejas ante la dirección de la empresa.
Él, eso sí, sólo reconoció eructar una o dos veces al día. El caso es que el jefe se vio obligado a tomar cartas en el asunto y no tuvo más remedio que poner las cartas sobre la mesa.
Pero al parecer, el trabajador hizo caso omiso de la petición y siguió eructando y tirándose pedos con descaro, por lo que hubo que apelar a la justicia laboral, según Eric Rocheblave, abogado de la ciudad de Montpellier, especialista en Derecho del Trabajo, quien, por consideración hacia la familia del infractor, no revela su nombre ni el de la empresa en cuestión.
«Nos vemos obligados a notificarle su apercibimiento por causa real y seria debido a los siguientes motivos: perturbaciones sonoras tales como eructos regulares y flatulencias no disimuladas por las que resulta que sus faltas y su comportamiento generan tensiones y conflictos recurrentes en las relaciones con sus colegas de trabajo«.