Muriel ‘Mickie’ Siebert murió hace ya unos meses, en agosto de este año, pero ahora ha salido a la luz que le dejó una cuantiosa herencia a su mascota, Monster Girl, una chihuahua.
La mujer padecía de un cáncer, lo que la llevó hasta la muerte con 84 años de edad, como no tenía hijos a quien dejarles su herencia prefirió dársela a quien le había hecho mas compañía, su mascota, la primera beneficiaria en su testamento, “Pido que a mi perrita no la dejen sola por mucho tiempo”.
La perra ahora ha pasado a manos de una amiga de la mujer quien afirma que tan solo usará ese dinero para mantener el estilo de vida que hasta ahora había llevado el animal.
La fortuna de esta mujer estaba valorada en unos 48 millones de dólares, los cuales ha ido casi todos para su fundación homónima, la cual se dedica a la promoción de la economía y al trato humano de los animales.
Este curioso caso de herencias de mucho dinero hacia animales no es el único, en 2007, Leona Helmsley una multimillonaria dejó nada menos que 12 millones de dólares a su perra cuando murió a la edad de 87 años.
