Un tesoro arqueológico del siglo XII fue descubierto en un bar de Sevilla
Un arquitecto español, trabajaba en la remodelación de un local de Sevilla. Querían hacer las reformas necesarias porque pronto el lugar sería una cervecería. Sin embargo, algo sucedió que los obligó a cambiar los planes. El equipo de trabajo descubrió que el esqueleto del local había sido varios siglos atrás, un baño árabe. Mas tarde se enteraron de que cuando comenzó el siglo XX, el lugar sufrió reformas porque lo convertirían en un hotel. En esa obra este tesoro arqueológico del siglo XII quedó oculto.
Encontraron un baño turco del año 1100 d.C
Asimismo descubrieron un verdadero tesoro, lo que fue un hamán o baño turco del 1100 d.C. Tiene las paredes totalmente pintadas con figuras con formas geométricas y además los motivos los realizaron con una pintura llamada almagra que es de tonalidad rojiza. Siguiendo con el diseño, todos los hicieron sobre un fondo blanco. Cada uno de los diseños del mundo islámico representa algo que se relaciona con el paraíso.
Este es el baño que se encontró con la decoración más completa hasta el momento. Otros descubrimientos similares anteriores solo tenían algunos sectores pintados en las paredes o en la bóveda. Incluso algunos solo tenían los zócalos. La ornamentación de este baño es completa y es original.
La importancia del tesoro arqueológico del siglo XII obligó a cambiar los planes de reforma
La reforma que se pensó inicialmente no se concretó. La importancia del descubrimiento obligó a darle prioridad a la arqueología. Cuando descubrieron las primeras claraboyas decidieron cambiar el rumbo de la restauración. El local funcionará como un bar pero respetando la decoración del baño árabe.
Encontraron 88 claraboyas en total que ofrecen cinco formas diferentes. Cada una de ellas está rodeada por pinturas que respetan un único diseño. Se trata de una estrella de ocho puntas. El interior de cada arco de la bóveda lo decoraron con un zigzag que representa el agua.
Desde un principio realizaron los trabajos de restauración respetando el diseño y la decoración original del hamán. Para ello, se basaron en documentos cristianos que datan del año 1281 que describen este tipo de baños. También en testimonios ofrecidos en el siglo XVII por el historiador Rodrigo Caro.
Lo más importante es que, tras derribar un muro encontraron una puerta abierta hacia el pasado. El buen estado de conservación del lugar, permite que la remodelación del local ofrezca un verdadero museo disfrazado de cervecería.