Cómo evitar hundirte en arenas movedizas
Idealmente, si nos diera tiempo durante la caída a echar tantos litros de agua como fuese necesario (para licuar y así hacer cambiar la consistencia de las arenas movedizas), podríamos nadar en ellas y salir sin ningún problema. Volviendo a la realidad, como no vamos a disponer de un contenedor lleno de miles de litros de agua, disponemos de una técnica:
Trataremos de caer de espaldas ya que de esta manera ofrecemos una mayor superficie corporal, con lo que nuestro cuerpo estará ejerciendo menos presión por centímetro cuadrado. Así con suerte conseguiremos contrarrestar la presión. Seguidamente nos impulsaremos fuertemente con los brazos hacia arriba y hacia atrás e iremos arrastrándonos de espaldas lentamente hasta conseguir salir de las arenas movedizas. Es imprescindible administrar bien nuestras fuerzas y nuestra paciencia, ya que es realmente costoso y lento moverse dentro de este medio.
Si después de haber salido de ellas te quedan ganas de volver a experimentar, ¡tírate de cabeza!
Las arenas movedizas suelen situarse cerca de lagos, pantanos, ríos o incluso cerca de la costa. Al contrario de lo que nos muestra el cine, donde las víctimas mueren al ser tragadas rápidamente por las arenas movedizas, no es realmente así. Los casos de muerte suelen ser por agotamiento o hambruna.