Daniel Chong es un estudiante universitario de San Diego, quien fue detenido en el año 2012 por la agencia antidroga estadounidense, DEA, después de ser arrestado fue informado de que no tenía acusación alguna, pero nadie llegó a su celda para sacarlo de allí.
Pasó cuatro días encerrado en la celda sin que nadie se acordara de él, lo que le provocó serios problemas de salud, le llevó hasta a esculpir sobre su piel un mensaje para su madre y tener alucinaciones.
El funcionario que le informo de que no había cargos contra él le afirmó que; “Vengo en un minuto a buscarte”, pero pasó el tiempo y nadie fue a por él, pasó encerrado en una celda de 1,5 metros de ancho por 3 de largo, sin agua, sin comida y sin ventanas.
Ante la deshidratación que estaba sufriendo decidió orinar sobre un banco de metal para así poder acumular algo de beber, hasta llegó a intentar que saltaran las alarmas contra incendios, pero sin éxito, “No me quedé sentado calladamente todo ese tiempo. Estuve pateando la puerta y gritando”.
En el tercer día decidió romper los cristales de sus gafas con sus propios dientes, para intentar esculpirse en la piel un mensaje para su madre, «lo siento mama», pero solo pudo escribir una S, el principio de Sorry, lo siento en ingles.
Cuando fue encontrado en la celda estaba cubierto de sus propias heces y con un estado de salud muy delicado, pasó cinco días en un hospital para recuperarse de la deshidratación que había sufrido, fallos en sus riñones, calambres y el esófago perforado.
La DEA le compensara con 4,1 millones de dólares, uno de sus abogados; “Lo que sucedió no le debe suceder a nadie en el mundo; esperamos que en algún momento alguien asuma la responsabilidad y que se tome alguna medida de castigo».
