Se encontró en Sevilla, casi por suerte, un camión lleno de chatarra procedente de Marruecos con altos niveles de radiactividad. El nivel que se detecto en el camión era diez veces superior al recomendado. Este suceso no ha entrañado riesgos ni para los trabajadores, ni para el medio ambiente, puesto que la supuesta chatarra nunca llego a salir del camión.
Se aisló el camión en un lugar apartado, y se aviso a la Unidad Técnica de Protección de Radiología, que procedió a investigar el origen de la radiación.
Finalmente. Encontraron el responsable. Un pequeño dispositivo que no supera los 13 cm cúbicos y de un peso aproximado de 20 kilos. Su función original era controlar procesos industriales, pero este ya estaba deteriorado. Encontraron el obturador abierto, y en el interior se encontraba la fuente radiactiva, Cesio-137, con una actividad de radiación de unos 100 Gigabequerelios. El aparato carece de placas de identificación, por lo que no se podrá culpar a nadie.
