La maldición del Coronel Sanders, así se llama, es una leyenda urbana japonesa que dice que el fundador de KFC (el Coronel Sanders) puso una maldición al equipo de béisbol Tigres de Hanshin, de la región de Kansai. La maldición sucedió supuestamente porque el Coronel estaba furioso con que una de sus estatuas a la entrada de un restaurante fue maltratada por los jugadores.
Este equipo es considerado uno de los más flojos de la liga nipona, aun así los seguidores siempre llenan el estadio. El único campeonato que han ganado los Tigres fue el de 1985, año en que empezó la maldición. Según parece el equipo estaba tan eufórico por la victoria que agarraron una figura del Coronel Sanders de uno de los restaurantes y la lanzaron a un río. Se dice que no volverán a ganar otro título hasta que no se recupere la susodicha estatua.
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