La frase de “cada vez que habla sube el pan” es más que apropiada para algunos políticos que no saben o “no quieren” medir sus palabras, lo que les acarrea más de un contratiempo.

Algunos de los casos recientes más sonados son:

Susanne Atanus, candidata republicada al Congreso de EEUU por Illinois, asegura que sabe cuál es el origen de todos los desastres medioambientales que está sufriendo el país en estas últimas semanas, tal y como ha expresado en una entrevista concedida al Daily Herald.

“Se deben a que Dios está enfadado porque le estamos provocando con el aborto, los matrimonios homosexuales o las uniones civiles” (…) “Los gays tienen la culpa de los tornados”, sentenciaba.

Pero no es la única que ha acusado a los homosexuales de provocar los desastres naturales. El político del Partido de la Independencia del Reino Unido, David Silvester, ha afirmado que “los gays tienen la culpa de las inundaciones”. Según reza la carta de Silvester publicada por un medio local “las escrituras dejan extremadamente claro que la nación cristiana que se aparte de la fe y actúe en contra de la palabra de Dios y en flagrante violación del juramento real será tachonada de desastres naturales como tormentas, enfermedades, pestes y guerra’.

Los comentarios machistas también son un clásico entre las meteduras de pata de los políticos. Silvio Berlusconi, ex primer ministro de Italia y más conocido por sus numerosos escándalos de faldas soltó un “chascarrillo” de carácter sexual a una empleada de una empresa energética que visitó durante la campaña electoral en las pasadas elecciones italianas. Haciendo un juego de palabras Berlusconi preguntó a la joven “cuántas veces se corría” y cuando esta se dio la vuelta miró descaradamente su trasero e hizo un gesto de aprobación.

Xaquín Charlín González, concejal del Bloque Nacionalista Galego en Cambado (Pontevedra9, se refirió en su blog a la viecepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría como «chochito de oro» al hablar de sus gastos ginecológicos – complemento que el Gobierno aplica a todas las trabajadoras de La Moncloa que lo deseen y que incluye un programa de prevención de cáncer de útero-.

El ex diputado del PP de Galicia, José Manuel Castelao Bragaña, presentó su dimisión como presidente del Consejo General de la Ciudadanía Española en el Exterior (2012), tras unas declaraciones ofensivas hacia las mujeres. Castelao solicitó un acta de la reunión a una de las comisiones y al ver que faltaba un voto dijo: “no pasa nada. ¿Hay nueve votos? Poned 10…las leyes son como las mujeres, están para violarlas”.