Quieren recuperar el telégrafo del Titanic
¿Te acuerdas de Leo? ¿De Kate? Claro, quién no. Hablamos del Titanic. Esa monstruo de la navegación que pereció en su primera salida. Triste, pero cierto. Cuando salió al mar, el telégrafo inalámbrico Marconi era una novedad. De hecho, según se sabe, por ese medio pidieron auxilio, luego de usarlo para jugar, enviando mensajes personales a tierra firme. Ya sabes, el texting. Por lo tanto, ese instrumento cobra vital importancia después de la tragedia. Y es la razón por la que, ahora, unos expedicionarios quieren recuperar el telégrafo del Titanic.
Se oponen
Una compañía de salvamento logró el permiso para abrir un hueco en su coraza. Perforando parte de su cubierta, rescatarán el aparato que envió el último pedido de auxilio antes del naufragio. Los intentos de rescatar elementos del barco son polémicos. La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EE.UU. (NOAA) se opone. Considera que la embarcación es la sepultura de más de 1.500 seres humanos y debe respetarse.
Solo unas 700 personas sobrevivieron al naufragio ocurrido aquella madrugada de hace más de un siglo.
El telégrafo inalámbrico Marconi que viajaba en el Titanic era uno de los primeros de su tipo. Se volvió mítico no solo porque realizó las últimas trasmisiones de radio desde el barco. Influye la emotiva historia de su operario principal, Jack Phillips. Se cree que murió ahogado a su lado tras negarse a abandonar el trasatlántico.
La empresa RMS Titanic busca hacer los trabajos de búsqueda. Aseguró restaurará el aparato.
La voz del pasado
«Si se recupera, es concebible que pueda restaurarse a su condición operativa. La radio del Titanic podría escucharse una vez más», opinó en los documentos presentados ante la corte.
Un iceberg en la madrugada del 14 al 15 de abril de 1912 chocó contra el Titanic. Se quebró en dos y se hundió a más de 600 kilómetros de las costas de Terranova. Son frecuentes los bloques de hielo y el mal tiempo. Fue un desafío para los que intentaron rescatar a los que se encontraban a bordo.
También lo fue varias décadas después para la propia compañía que ahora quiere ir por el telégrafo. Ya antes lideró los trabajos de salvamento de los restos del barco en la década de 1980. Fueron finalmente abandonados.
Una ley federal y un acuerdo entre EE.UU. y Reino Unido impusieron después restricciones. El trasatlántico se encuentra hundido a casi cuatro kilómetros de profundidad, sobre el lecho marino. Se necesitan robots y equipos especiales para llegar hasta allí.
La jueza autorizó únicamente levantar un pequeño pedazo de la cubierta para acceder al interior. No se sabe a ciencia cierta si el telégrafo todavía está en la cabina donde estaba colocado originalmente.
Una reciente expedición realizada el año pasado mostró que algunas partes del Titanic ya habían desaparecido.
Los trabajos requerirán altas sumas de dinero. Algunos medios estadounidenses sospechan que se puedan volver un obstáculo para los que quieren recuperar el telégrafo del Titanic. No solo porque la empresa salió hace poco de la bancarrota. Sino también por la previsible crisis económica por el coronavirus.