Las palas, también llamadas palas de playa o palas cántabras, es un juego o deporte de mínimo dos personas. Consiste en golpear una pelota de tenis con una pala de madera. El objetivo del juego es sencillo, se trata de conseguir pasarse la pelota entre los jugadores el mayor número de veces y con cierta habilidad sin que la pelota caiga al suelo. Su configuración actual surgió en las playas de Cantabria (España) en 1928, de la mano de Mariano Pérez.
Por aquellos tiempos, los domingos, Mariano comenzó a practicar varios deportes con amigos, lanzando discos, jabalina e incluso haciendo salto de altura. Así, llegó a alcanzar los 2,30 metros, algo que «para un niño de esa época era una marca importante».
El abuelo de Isabel, también llamado Mariano, fue quien elaboró las raquetas para su hijo y sus amigos, con «hebras de ocho cabos», material que utilizaba para su profesión de zapatero.
Pero éstas «no duraban mucho» y de ahí surgió la idea de hacerlas de madera.
También comenzaron a jugar «de pala a pala», sin que la pelota botase en el suelo y, así, no tenían que esperar a que la marea bajase para poder disponer de la playa.
De esta manera, un juego que comenzó en la Playa de La Magdalena se trasladó a otras de la región, en las que estuvo Mariano como «un jugador itinerante». Además, una actividad que sólo se realizaba en verano, ha pasado a hacerse durante todo el año, sobre todo en Piquío y El Camello, «donde los jugadores están allí con abrigos y bufandas».
