¿Quién inventó el paraguas?
China es un país lleno de misterios, de cuentos y de leyendas, y hasta los objetos más cotidianos no escapan de dichas fábulas. El paraguas es uno de esos objetos que tienen una historia en el país asiático; según cuenta la leyenda, la inventora de tan práctico objeto es Lu Mei, una chica que retó a su hermano a inventar algo con que pudieran protegerse de la lluvia. En una noche, la chica construyó un bastón del que brotaban 32 varillas de bambú que sujetaban una tela.
Como la gran mayoría de cuentos populares, la historia no es cierta ya que el paraguas existe en China desde el siglo XI a.C., y el primer intento de paraguas plegable data de hace 1.700 años. Este invento comenzó a expandirse gracias a la ruta de la seda por Japón, Corea, Persia, y posteriormente a imperios como el griego, el romano o el egipcio. Tan sólo en el país asiático era utilizado también como paraguas, en los reinos occidentales se utilizaba más como parasol.
Tras la caída del imperio romano, el invento chino cayó en el olvido. Pero a finales del siglo XV, resurgió en Francia el paraguas, especialmente en París, que era visto como un objeto de lujo utilizado únicamente por los linajes más altos. Los primeros paraguas europeos estaban fabricados con madera o huesos de ballena, y cubiertos con pelo de alpaca. A medida que avanzaba la sociedad lo hacía también el material del paraguas, que iba adaptando diferentes materiales como la seda, el algodón, o más recientemente el nylon. En 1823, el químico escocés Charles Macintosh presentó el primer paraguas completamente impermeable, creado con caucho. Así, poco a poco se fueron abaratando los costes haciendo que fuese más accesible para toda la población.