¿Que son los pedos?
Se denomina flatulencia, gas estomacal o vulgarmente pedo a la mezcla de gases que se expulsan por el ano con un sonido y/u olor característicos. Esta mezcla se compone de gases exógenos (ingeridos del aire, al tragar saliva alimentos o bebidas) y endógenos producidos, a partir de los alimentos, por bacterias y levaduras simbióticas que viven en el tracto gastrointestinal de los mamíferos.
Las bacterias de nuestro intestino grueso producen gases al digerir los alimentos. Parte de los alimentos ricos en azúcares o carbohidratos llega hasta el intestino grueso sin digerir, el proceso de digestión es completado por las bacterias, por esta razón, los alimentos ricos en carbohidratos producen flatulencias.
Los pedos o flatulencias están compuestos mayoritariamente por nitrógeno (ingerido, 70-90 %), hidrógeno (producido por unos microbios y consumido por otros, 0-50 %), dióxido de carbono (producido por microbios aerobios o ingerido, 10-30 %), metano (producido por microbios anaerobios, 0-10 %), oxígeno (ingerido, 0-10 %).
La mayor parte del metano lo producen bacterias que se encuentran en el interior del intestino. El metano y el hidrógeno son inflamables, por lo que algunas flatulencias son susceptibles de encenderse con fuego. A pesar de esto, algunas pruebas sugieren que dos de cada tres personas no expulsan metano en sus flatulencias.
El intenso mal olor proviene de trazas de otros constituyentes producidos por la ruptura de proteínas: ácido butírico (olor a mantequilla rancia) y compuestos del azufre. Estos últimos pueden presentarse en forma de sulfuro de hidrógeno (olor a huevos podridos) o disulfuro de carbono.
Los sonidos comúnmente asociados con la flatulencia se producen por la vibración de la apertura anal. El sonido varía dependiendo de lo contraído que se encuentre el músculo del esfínter, de manera que este será mas agudo cuanto mas contraído este el esfínter y mas grave cuando el esfínter está relajado. También influyen otros factores, como la velocidad a la que se expulsa el gas, la humedad y la grasa corporal.
El flato o pedo llega al ano siguiendo los mismos movimientos peristálticos (las contracciones del tubo digestivo que permiten el descenso de los alimentos) que las heces, produciendo sensaciones similares de urgencia e incomodidad. Las terminaciones nerviosas en el recto aprenden a distinguir entre flatos y heces, aunque las deposiciones demasiado fluidas pueden llegar a confundir estos sensores y provocar una defecación accidental.
Todos los animales expulsan flatos, incluyendo a muchos invertebrados, pájaros, gusanos, hormigas, peces y reptiles. Debido a su diferente dieta, el flato de carnívoros, tales como perros y gatos, por lo general es más oloroso que el de los herbívoros, tales como las vacas.
Todas las personas producen y liberan gases en una media de catorce flatos al día. Puede suceder por accidente, por ejemplo, al toser, estornudar o incluso durante un orgasmo. Sin embargo, algunas personas pueden hacerlo voluntad.