¿Qué ocurre cuando miramos fijo?
Mirar fijo a otras personas se debe a factores biológicos, neurológicos y evolutivos, según algunos expertos.
Las personas somos seres sociales y por ello nos relacionamos con los seres vivos que nos rodean. Además del diálogo, necesitamos mirar a una persona que no conocemos para asegurarnos de ciertas cosas, como si es una persona de confianza, si nos miente, etc.
Es un acto que nosotros no podemos controlar, se trata de una necesidad neurológica y evolutiva. El cerebro nos pide mirar a esa persona desconocida para procesar datos sobre ella. Dentro del cerebro, la amígdala cerebral es la que se encarga de que nuestra vista recorra el rostro de la persona, sobre todo guardando los datos referentes a la nariz y los ojos.
Pero, ¿qué ocurre si esa persona tiene un rostro indescifrable debido a una enfermedad o algún accidente? Nuestra mirada se queda fija en ella ya que, aunque prefiramos actuar de forma natural, el cerebro con una sola mirada no tiene tiempo para procesar todos los datos, por lo que es él mismo quien nos obliga a mantener la mirada fija.