¿Quién no recuerda el famoso Diario de Bridget Jones? Pues la simpática y peculiar Bridget no es la única que realiza su lista de buenos propósitos para el año entrante, todos los hacemos.
Lo más común es oír: voy a ir al gimnasio, empezaré a comer sano, dejaré de fumar o comenzaré con clases de inglés. Pero hay quién también hace sus propósitos para las relaciones sexuales. Aquí hay unos ejemplos:
Cultivar la autosatisfacción
La masturbación es algo que practican mucho menos las mujeres que los hombres pero para ambos supone la mejor forma de conocer lo que les gusta y así poder hacérselo saber a su pareja.
Practicar ejercicios de suelo pélvico
En el caso de las mujeres, los músculos vaginales en forma aseguran relaciones más placenteras, mejor lubricación y aumentan la sensibilidad de las paredes de la vagina. Las relaciones sexuales los ejercitan pero en ocasiones pierden firmeza (menopausia, parto, disfunción eréctil en los hombres…) por lo que realizar ejercicios que los mantengan en forma es muy aconsejable.
Hacer realidad una fantasía erótica
Todos tenemos fantasías sexuales sin embargo, pocos las ponen en práctica, por vergüenza o porque se deja al azar. A veces, es necesario realizar nuestros sueños para dar un giro a nuestra vida erótica o incluso para salvar la relación.
Estar felices con nuestro propio cuerpo
Hacer las paces con el propio cuerpo, tratar de cambiar lo que se pueda y se quiera como bajar de peso, y aceptar los puntos débiles es importante para disfrutar más nuestra sexualidad. Hay que saber valorar la anatomía.
Seducir a alguien
Todos reconocemos que el mejor momento de cualquier relación es el “cortejo”, aunque es verdad que aquí la mujer tiene una posición muy cómoda, puesto que normalmente es ella quien se deja seducir. ¿Y si se invierte? Una de las fantasías más comunes de los hombres es ser seducido. Puede resultar excitante ver la seducción desde los ojos del cazador y no de la presa.
Erotizar la mente
Leer es uno de los mejores ejercicios para erotizar la mente porque induce a la formación de imágenes, recreación de situaciones y ayuda a fantasear con la realidad. Ni qué decir tiene el éxito que han tenido libros eróticos como Cincuenta sombras de Grey que según una encuesta de TNS en España, el 60% de las encuestadas afirmó haber aprendido cosas nuevas y el 35% aseguró que había habido un antes y un después en su vida erótica.
