Por qué nos gusta el petricor
Olor de tierra mojada
La fascinación de la humanidad por el olor de la tierra se remonta a milenios atrás. Recién en el siglo XIX los primeros químicos se interesaron por este aroma. En 1891, Berthelot y André extrajeron del suelo un compuesto con el olor característico. Pero, ¿por qué nos gusta el petricor?
El olor surge al humedecerse con agua muchas arcillas y suelos secos naturales. Se debe a un aceite amarillento atrapado en las rocas pero liberado por la humedad. El petricor deriva del griego pétros (piedra) e icor. En la mitología griega era el mineral presente en la sangre de los dioses.
Camellos y otros
El aroma se manifiesta cuando el aceite se libera y se mezcla con una molécula llamada geosmina. Muchos animales detectan las moléculas responsables del aroma terroso a concentraciones extremadamente bajas. La mosca de la fruta tiene todo un circuito olfativo dedicado a detectar esta molécula, por ejemplo.
Se cree que ayuda a los camellos bactrianos del Desierto del Gobi a localizar oasis en medio del desierto. Son capaces de percibir la presencia de geosmina a decenas de kilómetros de distancia. Lejos de allí, en Australia, los canguros muestran habilidades similares.
El olfato humano es extremadamente sensible a la presencia de geosmina también. Pero, ¿exactamente por qué nos gusta el preticor?
Ventaja y evolución
Un buen sentido del olfato será una ventaja evolutiva para cualquier organismo. Hace unos 200.000 años, nuestros ancestros usaron su sentido del olfato para cazar. Lo usaban para diferenciar alimentos nutritivos de otros nocivos. Y, quizás, para conseguir saciar su sed.
La afinidad humana por la geosmina puede estar arraigada desde esos tiempos. Nuestros antepasados nómadas vagaban a través de paisajes áridos en busca de agua. Desde luego, esta sería una razón de peso para responder a por qué nos atrae tanto el olor a tierra mojada. Si lo pensamos con detenimiento, es una estrategia hermosa, sutil y bucólica que utilizan algunas bacterias para dispersarse. Y así aumentar las posibilidades de supervivencia y colonización de nuevos territorios.