Por qué no soportamos ciertos sonidos
El secreto de la misofonía
Alguien hace un ruido al masticar… y no lo toleramos. Es terrible para nuestros sentidos. ¿Por qué no soportamos ciertos sonidos? En el sistema de neuronas espejo está la respuesta. Esto lo revelaron científicos de EEUU.
Odiando el ruido
¿Qué es aquello que afecta a las personas con misofonía? La misofonía es el odio al sonido. Suelen ser los sonidos orales: de alguien que mastica, respira o habla. Es decir, relacionados con la actividad de la boca o la garganta.
La misofonía puede desencadenar reacciones físicas o emocionales intensas. Para otros podrían considerarse exageradas. La reacción puede ser por ejemplo una leve sensación de asco y ansiedad. Incluso, pánico e impulso de abandonar la situación. Se cree que afecta a entre el 6% y el 20% de las personas.
Hasta ahora, la misofonía se consideraba un trastorno del procesamiento del sonido. Sin embargo, el estudio sugiere algo nuevo. Dice que existe un tipo de comunicación anormal entre el córtex auditivo y las áreas del córtex premotor ventral. Estas son responsables del movimiento de la cara, la boca y la garganta.
«Esto sucede en las personas con misofonía. Existe una comunicación anormal entre las regiones auditivas y motoras del cerebro. Podría describirse como una conexión supersensibilizada», dijo el autor principal, el Dr. Sukhbinder Kumar. Trabaja con la Universidad de Newcastle. Agregó que es la primera vez que se identifica una conexión de este tipo en el cerebro para esta enfermedad.
Células de aprendizaje
Encontraron un patrón de comunicación similar entre las regiones visuales y motoras. Es decir, la misofonía también puede desencadenarse por algo visual. Entonces, ¿por qué no soportamos ciertos sonidos?
«Al parecer esto activa algo llamado ‘sistema espejo’. Nos ayuda a procesar los movimientos realizados por otros individuos activando nuestro propio cerebro de forma similar. Como si estuviéramos haciendo ese movimiento nosotros mismos», afirmó Kumar.
Estas células nerviosas son responsables de un aprendizaje más rápido a través de la imitación. Especialmente en las primeras etapas de la vida. La alteración de las neuronas espejo se considera una posible causa de algunos trastornos neurológicos. Por ejemplo, los del espectro autista. El Dr. Kumar afirma que algunas personas que padecen misofonía pueden reducir sus síntomas imitando la acción que genera el sonido. Esto podría ayudar a recuperar la sensación de control.