¿Por qué enfría un botijo?
Un botijo es un recipiente de barro diseñado para beber y que, pese a no tener ningún sistema de refrigeración mecánico, mantiene el agua fría. Está formado por una base redonda que a medida que sube se transforma en una especie de vientre, volviendo a estrecharse en la parte superior y finalizando en una asa y dos oberturas, una para introducir el líquido y otro para beberlo. El botijo es un objeto típico en la cultura española, sobre todo en las provincias del interior, Andalucía y el norte.
Y, ¿cómo enfría el botijo? Su refrigeración se basa en la evaporación, y consigue bajar la temperatura del agua en 10 o 15 grados. El botijo está construido con un tipo de arcilla muy porosa, por el cual el agua del interior se filtra. Cuando el agua ‘contacta’ con el característico clima mediterráneo, ésta se evapora por los minúsculos agujeritos que forman el botijo. Pero, para pasar al estado gaseoso el agua necesita energía, y puede tomarla tanto del exterior como del agua del interior, bajando así la temperatura del líquido.
Este efecto es el mismo que usamos cuando aplicamos una gasa mojada en la frente cuando tenemos fiebre, o en nuestra propia sudoración, ya que el agua es un gran refrigerante. Como puedes ver, es un sistema bastante elaborado y efectivo, así que la famosa frase «eres más simple que el mecanismo de un botijo» puede ser ineficaz.
Y recuerda, si tienes un botijo antiguo no lo barnices ni lo pintes, pues podrías tapar los poros de su material e inutilizar así su funcionamiento.