¿Por qué asociamos a los cuervos con la muerte?
El cuervo es un ave de gran inteligencia y en muchas mitologías es reverenciado y a su vez, temido. Para muchos, su presencia augura un mal presagio. Capaz de comer casi cualquier cosa, el cuervo común es extremadamente oportunista y se alimenta de carroña, insectos, residuos alimentarios, cereales, bayas, frutas y pequeños animales. Posee uno de los cerebros más grandes de todas las especies de aves. Se ha observado como los cuervos dirigen a otros animales para que trabajen para ellos, por ejemplo, llamando a los lobos y a los coyotes al lugar de su potencial carroña.
La presencia de los cuervos en guerras, escenas de muerte, junto a su apetito carroñero han contribuido a asociar esta ave negra con la muerte y son muchas las culturas que la mencionan en sus leyendas:
En la mitología Nórdica En la mitología nórdica Hugin y Munin, son un par de cuervos asociados con el dios Odín. Hugin y Munin viajaban alrededor del mundo recogiendo noticias e información para Odín. Hugin es el «pensamiento» y Munin es la «memoria». Ambos eran enviados al alba a recoger información y regresaban por la tarde. Se posaban en los hombros del dios y susurraban a sus oídos todas las noticias.
En la mitología Griega, Apolo, el dios del sol envió un cuervo blanco a proteger a Corinis, una mortal de quien el dios del sol se enamoró. Cuando ella le fue infiel, el ave voló hacia los cielos para encontrarse con Apolo y contarle así, lo sucedido. El dios, cegado por la ira, quemó al cuervo y sus plumas se tornaron negras; desde entonces esta ave, portadora de malas noticias, se asocia con la mala fortuna.
La fábula del Rey Arturo, cuenta que él no murió y que se transformó mágicamente en un cuervo. De acuerdo a la leyenda, si alguna vez todos los cuervos de la Torre de Londres desaparecieran, el Imperio Británico caería de inmediato ante la ausencia de sus guardianes. Este mito nació en el siglo XIX, época en la que los cuervos de la torre se alimentaban de los ojos de los criminales ajusticiados por el Imperio.
En los relatos hebreos existe una extraña relación entre el cuervo y la paloma. El cuervo guía a los humanos en las tinieblas, es el centinela de la Luna. Mientras que la paloma dirige a las personas a través de la luz, el sol y la vida. Noé envió ambas aves en busca de tierra seca. El cuervo, al encontrar abundante comida, no quiso abandonar su gran festín y no regresó; mientras que la paloma regresó con buenas noticias y trajo esperanza. Esta fábula muestra al cuervo como la sabiduría y la paloma como el conocimiento.
En el budismo En el budismo es símbolo de protección, cuenta la leyenda que Dharma Mahakal, primer Dalai Lama, fue protegido por cuervos cuando su vivienda fue asaltada, por lo que todos los Dalai son protegidos por ellos. Para el hinduismo es un animal sagrado, su caza está prohibida y su muerte se considera sacrilegio.
El cuervo en la Europa celta se asociaba a la diosa celta Morrigan, diosa celta de la guerra, la muerte y la destrucción y que era una gran profeta que utilizaba al cuervo como su oráculo.
Todas estas leyendas no sólo son la consecuencia de la habitual presencia de los cuervos en las guerras; el alto grado de su recursividad y memoria también han contribuido. Siendo los pájaros más inteligentes, pueden aprender palabras y oraciones cortas incluso mejor que un loro, su capacidad para imitar es realmente sorprendente.
Muestran aptitudes de planificación y comunicación con individuos. Algunas especies como los Corvus moneduloides aprenden a usar herramientas para obtener su comida. Es muy conocido el caso de unos cuervos que aprendieron a usar el tráfico de vehículos en una carretera para abrir nueces…
Sin duda son animales excepcionales.