Una de la explicaciones más curiosas a la homosexualidad en el reino animal es que esta conducta de los insectos podría ser producto de confusiones en la época de reproducción.
Esta confusión se genera por la prisa que tienen los insectos machos por aparearse, poder transmitir sus genes y tener descendencia.
Estas especie con una conducta homosexual también intentan aparearse con objetos inanimados, sin detenerse a comprobar si es un objeto o un ser vivo y mucho menos sin pararse a comprobar si es de su misma especie o si es macho o hembra, teniendo en cuenta que las diferencias de sexo son mínimas.
Además, cuando los machos copulan con las hembras, quedan impregnados de feromonas femeninas, por lo que a veces los machos se atraen entre sí y les lleva a confundirse.
Todo esto no tiene ninguna ventaja, ya que a pesar del esfuerzo y de la energía perdida, no tendrían dependencia. También aumenta el riesgo de depredación ya que durante el acto quedan expuestos ante posibles enemigos.
