¿Por qué al trabajo se le llama «curro»?
El trabajo, al que acudimos diariamente, y que en muchas ocasiones llamamos “curro”, seguramente pocas veces nos hemos preguntado ¿por qué curro? Son habituales expresiones como “Me voy al curro” o “Estoy currando”. Además, la palabra “curro” también tiene sus acepciones: currante, currele… ¿Qué relación tienen las palabras “curro” y “trabajo”?
Esta palabra la hemos incorporado al castellano del idioma caló. Este idioma, también conocido como zincaló o romaní ibérico, es una lengua variante del romaní, donde se encuadra dentro del grupo septentrional, subgrupo ibérico/occidental, utilizada por el pueblo gitano, fundamentalmente en España, que no tiene una distribución territorial fija.
Pero “curro” no es una palabra propia del caló, sino que llegó a España desde la antigua lengua india de los brahmanes, el sánscrito, en el que significaba “hacer”.
El significado de los verbos “trabajar” y “hacer” está relacionado, por lo que, desde el sánscrito se pasó al caló y del caló al castellano, adoptando una nueva palabra para referirnos a una misma cosa.