No, no es ninguna broma. Lo ha afirmado la empresa para evitar pagar una multa de 50.000 dólares.
la explicación es sencilla: Ronald Ball, un estadounidense de 52 años, se encontraba un día bebiendo una lata de Pepsi cuando se empezó a encontrar mal. Tras vomitar, inspeccionó la lata y descubrió dentro (o eso afirma él) un ratón. Tras llamar a la compañía, estos le pidieron que llevara la lata a un veterinario para isnpeccionar los restos del animal.
Pues bien, después de esto se organizó el juicio consiguiente, en el que la defensa de la compañía Pepsi consistió en argumentar que era imposible que el ratón se encontrara dentro de la lata desde que ésta fuera envasada, ya que de lo contrario su cuerpo se habría disuelto hasta convertirse en una masa gelatinosa. El juicio se suspendió por falta de pruebas concluyentes.
Evidentemente, aunque esto fuera cierto, y según Pepsi lo es, no se puede comparar el meter un organismo muerto dentro de una lata durante semanas con beber cualquier refresco. Nuestro sistema digestivo regenera constantemente las células de su capa mucosa, por lo que no se va a «disolver» por muchas bebidas carbonatadas que tomemos (sí, el gas de las bebidas gaseosas es dióxido de carbono). Y lo mismo ocurre con los dientes, el esmalte se segrega continuamente, o de lo contrario no nos durarían nada.
