¿Será cierto que todo es según el cristal con que se mire? Parece que sí, pero el “cristal” puede ser algo inesperado. Por ejemplo, nuestros valores y emociones. El cerebro depende de ellos para “ver” de una forma u otra. Al parecer, nuestras emociones influyen en nuestra percepción visual, mucho más de lo que parece. Así lo descubrieron en la Universidad Estatal Psicológica y Pedagógica de Moscú (MSUPE).
Soluciones cerebrales
Los resultados están publicados en la revista NeuroImage. ¿Cómo funciona el proceso de percepción visual? La información captada por los receptores no es suficiente para entender exactamente de qué se trata. Por eso el cerebro resuelve en automático muchos problemas. Por ejemplo: el restablecimiento de la forma tridimensional de un objeto real por su proyección a la superficie bidimensional de la retina del ojo.
Tales problemas tienen un número infinito de soluciones posibles. Por eso para resolverlos de manera adecuada el cerebro usa la información acumulada anteriormente. Los científicos dicen que la visión se basa también en los valores o emociones asociados a un estímulo visual.
«Usamos imágenes que al inicio se percibieron como una gama de manchas sin sentido. Pero, después de un procedimiento preparatorio, empezaron a percibirse como un objeto determinado. Comparando las respuestas del cerebro: el estímulo visual se valora de forma subjetiva. La característica valorativa surge rápidamente para dirigir la integración de indicadores de espacio», explica Vladímir Kozunov, la MSUPE.
La señal captada por los receptores fue la misma, pero la experiencia de su valoración emocional usada por el cerebro del observador fue distinta. Bajo la influencia de la experiencia valorativa, las muestras presentadas a las personas sometidas a prueba se percibían como objetos ya determinados.
Completando el cuadro
«Las áreas del sistema de valores del cerebro reorganizan su actividad neuronal en el intervalo de 210-230 ms después de recibir un estímulo visual. Aparecen vínculos del sistema de valores con la corteza visual. La estructura de valores suministra a la corteza visual información. Y permite solucionar el problema inverso de la percepción», explica Vladímir Kozunov.
El estudio de la organización funcional de la percepción puede servir en la medicina. Podría ayudar al entendimiento de las enfermedades neurológicas y mentales. O incrementar las capacidades del organismo humano en un futuro previsible.
De acuerdo, nuestras emociones influyen en nuestra percepción visual. El equipo científico planea continuar realizando los ensayos para ampliar sus alcances. En particular, investigar la influencia en la percepción visual ejercida por los valores suscitados por los estímulos anteriores.
Y tú, ¿con qué ojos estás viendo el mundo?
