Todos tenemos nuestros sueños en la vida, y como a Jack Hoffman, muchos son imposibles. Pero él cumplió uno el pasado fin de semana en Nebraska.
El fútbol americano demostró que no solo se trata de fuerza y velocidad, sino también de ser seres humanos y hacer feliz a un niño de 7 años. Este chaval tiene cancer cerebral, se lo diagnosticaron hace 2 años y pese a que está en pleno tratamiento de quimioterapia y disfrutó de lo que fue algo muy conmovedor. Estuvo unos minutos sobre el campo, y le permitieron anotar un touchdown de 69 yardas, mientras los dos equipos se abrazaban para celebrarlo junto al niño, con todo el estadio, unos 60.000 aficionados
Todo ello fue gracias a Rex Burkhead, running back y estrella de los Huskers, quien conoció la situación del joven hace unos meses. Estas son las situaciones curiosas que más deberían repetirse.
