Los problemas económicos provocan pérdida de inteligencia.
Un estudio llevado a cabo por investigadores de Gran Bretaña, Estados Unidos y Canadá ha establecido una relación entre las dificultades económicas y la caída del nivel cognitivo de la persona que está afectada por las mismas.
Según explica uno de los coautores del trabajo, «La presión que se genera impide al cerebro conseguir la energía mental necesaria para resolver el problema en sí mismo. La pobreza consume recursos mentales. esto significa que somos incapaces de centrarnos en otras cosas de la vida que también necesitarían nuestra atención».