Los perros podrían estar «programados genéticamente» para querer a los humanos
A diferencia de otros caninos, como los lobos, los perros tienen por naturaleza la sociabilidad hacia los seres humanos, lo que plantea algunas preguntas sobre cómo llegaron a desarrollar esta personalidad tan afectuosa. Para averiguarlo, un equipo de científicos consiguió cientos de beagles para que participasen en una prueba en la que tenían que tratar de acceder a un alimento colocado dentro de cajas con tapas transparentes.
Cada perro tenía enfrente a tres cajas, una de las cuales tenía su tapa atornillada, lo que hacía imposible conseguir la comida. El punto del experimento era ver cuánto tiempo tardaban los perros en buscar a un humano para que les ayudara, ya fuera por contacto visual o «llamándoles».
Algunos perros eran más reacios que otros a la hora de buscar la ayuda de sus amigos humanos, lo que permitió a los investigadores a clasificarlos por orden de sociabilidad. A continuación analizaron el ADN de los 95 perros con las puntuaciones más altas y más bajas con el fin de analizar sus genomas y determinar si alguno de los rasgos genéticos particulares podrían atribuirse a una alta o baja afinidad por los seres humanos.
Descubrieron que cinco genes, producidos en dos áreas genómicas distintas, parecen estar relacionados con una propensión por el contacto humano. Curiosamente, algunos de estos genes también están asociados con ciertos rasgos de personalidad en los seres humanos.
Por ejemplo, se descubrió que un gen llamado SEZ6L está asociado con la dependencia de los perros en las personas, y también está involucrado con el autismo en los seres humanos. Del mismo modo, un gen llamado COMT está vinculado con la agresión en los adolescentes, déficit de atención con hiperactividad y la esquizofrenia.
A pesar de estos resultados, los autores del estudio afirmaron a The Guardian que los genes son, probablemente, responsables sólo parcialmente del amor de los perros a los seres humanos, explicando que «la contribución genética a esta variación es sólo del 30%, por lo que el 70% restante tiene que ver con hechos como la experiencia».