Los antiguos persas ya tenían aire acondicionado
En tiempos en que cada vez el calor y el frío son más extremos, buscan soluciones que no perjudiquen al planeta. ¿Cómo hacían en la antigüedad para refrescar las viviendas? Los antiguos persas refrescaban sus casas con un método barato y ecológico. La ciudad de Yazd de los antiguos persas que estaba ubicada en el desierto iraní, es un ejemplo de ello.
En la ciudad Yazd los antiguos persas refrigeraban sus viviendas
Esta ciudad se ubica en el desierto de Irán, donde las temperaturas suelen ser extremas. A su vez, la ciudad de Yazd fue en su momento cuna de ingeniosas obras de ingeniería. Entre esas obras se halla un sistema de refrigeración subterráneo a la que llamaron Yakhchal. Una estructura para riego, también subterránea denominada Qanat. Además de una red de mensajería (pirradazis) que se adelantó 2000 años a los servicios postales conocidos.
Aunque la más interesante de estas obras son los bagdi o captadores de viento. Son como sistemas de aire acondicionado, aunque no consumen electricidad ni otro tipo de energía. Son ecológicos y pueden ser una solución en el presente.
¿Qué son los Bagdi o captadores de viento?
Los bagdi o atrapa vientos son estructuras que van ubicadas en los tejados o techos de la ciudad. Por lo general, son estructuras rectangulares. Aunque también podían ser de otras formas, redondas, cuadradas u octogonales. Las ajustaban según las necesidades. Se cree que la ciudad persa de Yazd es el sitio donde más atrapa vientos hay en el mundo. Sin embargo, los expertos indican que fue el antiguo Egipto el origen de esta tecnología.
Para la ubicación de Yazd en medio del desierto, resulta más que indispensable. Es la manera de hacer que un lugar de extremo calor pueda ser habitado. Por estas razones es que ingenieros, arquitectos y diseñadores de todo el mundo posaron sus ojos en esta tecnología. El mundo necesita de nuevos sistemas para refrescar las viviendas y edificios aprovechando las energías renovables.
¿Cómo es su funcionamiento?
Los atrapa vientos no usan electricidad, aunque los sistemas actuales de ventilación sí lo hacen. De hecho, consumen cerca de la quinta parte del consumo total de la energía generada en el mundo.
El funcionamiento de estas torres atrapa vientos es muy simple e ingenioso. El viento entra a la estructura y se dirige al interior de la vivienda. Allí se produce un intercambio a causa de la flotabilidad del aire según sea la temperatura. El aire más cálido se mantiene arriba y el más frío va por debajo.
El aire impulsado por el viento ingresa a la vivienda por las aberturas del Bagdi. En las bases de la torre se depositan escombros o arena para forzar la entrada del aire. En algunos casos, se colocaban depósitos con agua para enfriar aún más el aire entrante. El intercambio hace que el aire caliente se eleve y salga por la misma torre y el aire frío se conserve debajo.
Sin embargo, cayeron en desuso por algunas causas, como el ingreso de plagas a la vivienda o porque acumulaban polvo. Aunque con los materiales actuales, seguramente se convertirán pronto en una opción interesante. Ya se utilizaron en Inglaterra y Estados Unidos en el siglo XX con relativo éxito.