Los bebés animales más curiosos del mundo
Todas las crías de animales nos causan ternura a pesar de lo diferentes que son unas de otras. Cada una cuenta con sus propias características y sus particularidades. Lo más curioso es que siendo crías ya son especiales, y nada más nacer tienen diferentes hábitos, algunos muy parecidos a los humanos y otros menos, que nos impactan en gran medida.
Gatos: son los más parecidos a los hombres, si no aprenden desde su nacimiento, cuando crezcan no sabrán hacer nada. Además, aprenden poco a poco qué es lo que deben hacer y lo que no.
Chimpancés: necesitan tener contacto con su madre hasta muchos años después de dejar de mamar, que es a los 3 años.
Mono: algo parecido pasa con los monos, depende mucho de la madre, sin ella no se desplaza hacia ningún lugar.
Osos panda: suelen nacer normalmente dos crías de oso panda, pero debido a lo débiles que son, la madre siempre opta por cuidar solo a uno de ellos.
Flamenco: al nacer, las crías tienen piernas cortas y pico recto, su primer alimentos es la propia cascara de su huevo.
Conejo: Los bebés conejo tardan mucho en abrir los ojos al nacer, no tienen pelo y las patas de atrás son muy pequeñas.
Cerdo: los cerditos pequeños son adorables y les encanta jugar entre hermanos corriendo unos detrás de otros.
León: las primeras semanas después de nacer, el pequeño león tan sólo duerme y mama. A partir de los dos meses comienza a aprender a caminar y a emitir sonidos como los gatos.
Tortuga marina: Cuando queda poco tiempo para el nacimiento de la tortuga, la madre deposita los huevos en una playa solitaria donde cava un agujero y cuando las crías nacen, se ayudan unas a otras para salir del agujero hasta la superficie.
Elefante: aunque sea un bebé, al nacer llegan a pesar más de 100 kilos y medir más de un metro de altura.