Las ventajas del excremento de ballena
A veces hallamos una utilidad inesperada en algo que no veíamos a primera vista. Por ejemplo, ¿has pensado en las ventajas del excremento de ballena? Seguramente no. Pero estos enormes animales tienen mucho que ofrecer.
Ciclo de reciclaje
Es evidente que comen mucho. Se descubrió que comen tres veces más de lo que se estimaba. Esto también significa que defecan más. Y según los científicos, esta es una muy buena noticia. Los hallazgos se publicaron en la revista Nature.
Se alimentan de grupos de pequeños peces o crustáceos, incluido el kril. Y su excremento es una fuente de nutrientes para los ecosistemas oceánicos.
“Queremos proteger a las ballenas. Debemos saber cuánta comida necesitan para sobrevivir”. Lo dice el autor principal Matthew Savoca, de la Universidad de Stanford.
El estudio se dedicó a eso. ¿Cuáles fueron los resultados? Una ballena jorobada del noreste del Pacífico come dos toneladas métricas de kril cada año. La cantidad y el tipo de presa consumida depende de la ballena. Una ballena azul adulta del Pacífico norte consumirá 16 toneladas de kril. La ballena franca del Atlántico norte, cinco toneladas de zooplancton pequeño.
«Comen más de lo que pensamos. También reciclan más nutrientes de lo que pensamos», dice Savoca.
Cuando defecan, reciclan los nutrientes, incluido el hierro, de regreso al mar. Los consumen criaturas oceánicas más pequeñas como el fitoplancton. Y este ayuda a mantener los océanos saludables.
Menos ballenas
La disminución de las ballenas desacelera el proceso. La caza de ballenas fue brutal entre 1910 y 1970. Algunas especies como la ballena jorobada se han recuperado en los últimos años. Pero a otras no les está yendo tan bien. Las ballenas francas del Atlántico norte, por ejemplo.
“Necesitaríamos imitar a las ballenas. Agregando hierro artificialmente desde los barcos», dice Savoca. Las ventajas del excremento de ballena repercuten directamente en la vida marina. Savoca espera que su estudio ayude en los esfuerzos de conservación. Sugiere cambios simples. Por ejemplo, ralentizar el tráfico marítimo a lo largo de las rutas comunes de las ballenas. Algo tan sencillo, puede tener «grandes efectos positivos».