Las Pringles no son patatas
Pringles es una marca de aperitivos creada en 1967 por Proctor & Gamble en Estados Unidos. Gozan de una gran popularidad por su peculiar envase y su gama de sabores, que hoy en son más de 100. A día de hoy y desde 2012, la empresa está a manos de Kellogg’s.
La gran mayoría llama a las Pringles ‘patatas’, pero es erróneo, ya que hay dos características clave para identificar algo como ‘patata’.
La primera es su composición. Para que sea considerada una patata frita, el 50% de su componente ha de ser patata, mientras que las Pringles sólo contienen un 42%, acompañado por harina de patata, harina de maíz, fécula de trigo y harina de arroz junto a grasa, emulsionante, sal y otros sazonadores.
La otra característica es su forma. Las Pringles tienen una forma similar entre todas ellas, mientras que las tradicionales no guardan un patrón en común, pues tienen diversas formas y tamaños entre ellas.
Gracias a esto, la empresa que crea los famosos snacks se verá exenta de cobrar tantos impuestos. El Tribunal Supremo británico ha dictaminado que, debido a que contiene la mayor parte de su ingrediente en harina, las Pringles tienen que ser consideradas como ‘pasteles’ o ‘galletas’. Por lo tanto, como según la legislación británica un producto que contenga más del 50% de totalidad ha de pagar IVA y las Pringles no lo contienen, verá descontado de su precio el impuesto y tendrá un coste más económico para los consumidores.