Las plumas más caras del mundo son las del eider
Pocos saben que originalmente la palabra edredón se relaciona con cobertores rellenos de plumas de eider. Es el nombre de un ave que tiene plumas muy particulares. Este pato anida en la Isla Breidafjordur en Islandia y tiene las plumas más caras del mundo.
Las plumas más caras del mundo son también las más buscadas
Son plumas que tienen fibras naturales, por lo que son cálidas, livianas y aislantes. Por esta causa las plumas de eider se venden en el mercado a miles de euros el kilogramo. Con ellas se fabrican los edredones más solicitados del planeta.
Cuando llega el verano en Islandia, más de 400 agricultores hurgan entre las rocas, la arena y los arbustos. Buscan recolectar las preciadas plumas grisáceas de este pato polar. El ave anida allí a partir de mayo por ser un sitio tranquilo y despoblado para depositar sus huevos. Mientras permanecen los huevos sin eclosionar, los agricultores solo toman una parte de las plumas sueltas. Una vez que las aves abandonan el nido hasta la próxima temporada, se recoge el resto de las plumas.
La hembra del eider tiene plumaje pardo oscuro con manchas de color negro. Retirando las plumas de su pecho, la hembra tapiza el nido para mantenerlo caliente y aislado mientras incuba el o los huevos. Para recolectar un kilogramo de plumas de eider, se necesita recorrer unos 60 nidos. Los edredones contienen entre 600 y 1600 gramos de estas preciadas plumas. En todo el mundo, se recogen unas cuatro toneladas de plumas de eider al año.
Islandia es el mayor exportador de plumas eider
Tres cuartas partes de esta cosecha proviene de Islandia, que es el mayor exportador del mundo, seguido por Canadá. En esta isla islandesa, los recolectores de plumas vienen de generación en generación realizando esta tarea.
Es una tradición que se asienta en la isla desde la colonización vikinga procedente de Noruega a finales del siglo IX. Sin embargo, las aves son muy respetadas en su hábitat. Desde el año 1847 el eider goza de una protección en Islandia. Está totalmente prohibido comerciar con su carne y sus huevos.
Después de recolectar las plumas les aplican un tratamiento especial. El mismo consiste en secar las plumas al aire libre. De esta forma se previene el enmohecimiento debido al clima húmedo de la isla. Luego se secan en un horno a una temperatura de 120 °C para facilitar su limpieza, por un período de ocho horas.
El horneado limpia las plumas de cualquier organismo que pueda contaminarlas. Cuando son recolectadas, contienen restos de la eclosión de los huevos, hierbas y otros agentes marinos. Una vez que se procesan en el horno, las plumas se comprimen en máquinas rotativas para separar las suciedades que puedan haber quedado.
El último proceso es artesanal, pues también lo realizan a mano. Se trata de la selección por manos expertas para separar las distintas calidades y una limpieza más exhaustiva. Todo este proceso influye en el precio final de un edredón de plumas de eider. En el mercado internacional, uno de 800 gramos, tiene un coste de más de 5 mil dólares.