Las misteriosas esferas Klerksdorp
Son unos extraños artefactos. Se dijo, en publicaciones de dudosa credibilidad, que tenían un origen extraterrestre. Pero en realidad, ¿qué son las misteriosas esferas Klerksdorp?
Aparecieron hacia la segunda mitad del siglo XX, en las minas cercanas a la ciudad de Ottosdal, en Sudáfrica. Eran unas esferas, pulidas y con líneas perfectamente talladas. Parecían trabajadas por manos humanas. Pero estaban dentro de una roca de pirofilita formada hace unos 2.800 millones de años.
Extrañas explicaciones
Las esferas fueron llevadas a la localidad de Klerksdorp, en el norte de Sudáfrica. Tiempo después, empezó a circular la teoría de su origen alienígena.
«Faltaban estudios geológicos que explicaran el verdadero origen de esas piedras», dice el geólogo sudafricano Bruce Caircorne. Pero explica que no hay ningún misterio. «Se puede entender que llamen la atención. Pero este tipo de esferas son muy comunes dentro de las formaciones de pirofilita».
No solo circulaban noticias sobre su insólito origen. Llegó a decirse que las esferas giraban solas dentro de la vitrina donde habían sido colocadas.
El científico explica que las piedras fueron halladas en una formación conocida como «grupo dominante». «La principal característica es lo que forma este conglomerado, con varias capas de lava volcánica. Después de mucha presión y calor, se convirtieron en pirofilita. Es lo que recubre las esferas», señaló.
Particularidad única
«Las esferas se conocen como concreciones. Objetos esféricos, elípticos u achatados compuestos de diferentes minerales que están en la roca huésped. Y son bastante comunes, habiéndose encontrado miles en todo el mundo», anota el geólogo.
El experto acepta que las misteriosas esferas Klerksdorp tienen una particularidad. Algo que tal vez no se ve en todas las esferas similares que se han hallado en el mundo. Son las líneas paralelas que las atraviesan, esas que le dan un aspecto de pelota de criquet. «En realidad no son líneas, sino capas», señala el geólogo.
«Eso es producto de las huellas que dejaba la roca huésped. Se fueron acumulando en capas durante mucho, mucho tiempo. Crearon el efecto que se pueden ver ahora», señala.