En Bielorrusia fueron lanzados unos 1000 osos de peluche en paracaídas con mensajes apoyando a los derechos humanos. Thomas Mazzeti y Hannah Frey, dijeron que querían mostrar su apoyo a los activistas de los derechos humanos bielorrusios y avergonzar al ejercito del país, un pilar del poder de Lukashenko, conocido como el último dictador de Europa.
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