Tras haber estado sumergido en agua durante cuatro décadas, una sección de la Gran Muralla de China ha resurgido.
La sección, en el distrito autónomo de Kuancheng, en la provincia de Hebei, se sumergió bajo el agua después de la construcción de un embalse para hacer funcionar una central hidroeléctrica, en la década de 1970. Sin embargo, una reciente sequía ha visto desaparecer dichos embalses, revelando la sección dejando ver el ladrillo y las torres de nuevo que, sorprendentemente, se ha mantenido en buenas condiciones.
La Gran Muralla de China sigue siendo uno de los proyectos más ambiciosos e importantes que ha realizado la historia de la humanidad, abarcando 21.196 kilómetros de terreno. Pero el muro es, en realidad, una serie de paredes construidas por separados a lo largo de miles de años como defensa china de las invasiones nómadas, y ayudó a aplicar derechos sobre las mercancías transportadas en la ruta de la seda.
En esta sección se reveló una parte del muro construido en la dinastía Ming, hace alrededor de 500 años, lo que a día de hoy sigue siendo una de las partes más extensas y mejor conservadas del muro.
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