La escultura invisible que se vendió por 18300 dólares
El arte conceptual ataca de nuevo
Sabemos que el arte es cada vez más relativo. Para los artistas conceptuales, cualquier cosa puede ser arte. Incluso la nada. Eso explica la escultura invisible que se vendió por 18300 dólares. La hizo el “artista” italiano Salvatore Garau. Así es; logró vender el vacío. Tiene su mérito. ¿O no?
¿No lo ves? Es arte.
La escultura inmaterial se llama “Yo Soy”. Fue vendida en la casa de subastas Art-Rite. Es completamente invisible. No estamos bromeando. Ojalá fuera así, estimado lector.
La obra viene con recomendaciones (¿?) para su comprador. Debe garantizar que esta estatua invisible tenga el suficiente espacio. La habitación debe estar libre de obstáculos. ¿Para qué? Solo el artista lo sabe. Esta no es la primera vez Garau “exhibe” sus esculturas invisibles. Es reincidente. La anterior colección la expuso en la Plaza de la Scala de Milán en febrero pasado.
Esta obra no pudo aparecer en el catálogo de la subasta. Las razones son obvias. Lo único tangible es el certificado de garantía que se llevó el comprador, el cual da fe del archivo de la obra.
Los críticos dicen que la escultura invisible que se vendió por 18300 dólares es una burla. Lleva el arte moderno a un nivel de extrema exageración, Grau tiene una interesante respuesta. Lo que vendió fue un vacío y el vacío es todo menos nada.
El vacío y la nada
“El buen resultado de la subasta atestigua un hecho irrefutable. El vacío no es más que un espacio lleno de energías. Incluso si lo vaciamos y no queda nada, según el principio de incertidumbre de Heisenberg, la nada tiene un peso”. Eso se atrevió a decir Garau.
Hay otros magnificentes ejemplos recientes de obras similares y también polémicas. Una banana pegada a la pared, por ejemplo. Se avaló en 12 mil dólares. Es de otro “artista” italiano llamado Maurizio Cattelan.
¿No les recuerda esto a un cuento clásico llamado «El traje nuevo del emperador»? No dejemos que esto nos desaliente. El debate acerca de lo que es arte y lo que no sigue en pie. A este paso, no hacer nada también será arte. Y cualquiera podrá ser artista.