La ectopia lentis, cuando el cristalino del ojo se desplaza
En febrero de 2013, una gata atigrada llamada Matilda al fin encontró un lugar que podía considerar su hogar. Provenía de un refugio para animales, apenas tenía 12 semanas de vida y dos ojos normales, como los de cualquier gato. Pero, con el tiempo, los ojos de la gata comenzaron a cambiar y a adquirir una apariencia muy extraña…
Después de visitar al veterinario, sus dueños descubrieron que Matilda sufría una luxación espontánea de la lente, un tipo de ectopia lentis, es decir, cuando el cristalino se desplaza respeto a su posición normal en el interior del ojo. Matilda padecía un glaucoma muy evolucionado, que había desencadenado la rotura de los finos ligamientos que mantienen el cristalino en su sitio.
Algunas personas nacen con problemas que pueden debilitar los ligamentos y son propensos a sufrir de luxación de cristalino. En el caso de Matilda, además del glaucoma, el problema es un déficit de colágeno, un componente estructural clave de los ligamientos del ojo.
El cristalino es la lente del ojo, una estructura transparente con forma de disco ubicada detrás de la pupila que permite enfocar las imágenes para así ver correctamente. Es necesario para que, mediante el fenómeno de refracción, los rayos de luz que penetran en el globo ocular converjan sobre la retina y formen una imagen nítida. Como es de esperar, un desplazamiento del cristalino produce una visión borrosa.
Si el cristalino está totalmente desplazado de su posición normal y se sitúa en la cámara anterior del ojo, como es el caso de la luxación del cristalino, los problemas de visión son importantes. Además cuando los ligamentos que sostienen el cristalino se dañan, el iris (la estructura circular que da color al ojo) también puede perder el sostén, dispersándose por todo el ojo (en lugar de estar centrado); el resultado es un aspecto como el de Matilda, que a pesar de haber perdido gran parte de su visión, increíblemente, no es ciega.
Los tratamientos más habituales consisten en la corrección de la distorsión óptica mediante gafas o la realización de una operación para extirpar el cristalino anormalmente situado y sustituirlo por uno artificial. La gata toma medicamentos constantemente para mantenerse sin dolor y tendrá que someterse a una cirugía en el futuro.
Para solventar los gastos necesarios para el tratamiento de la mascota, sus dueños crearon una campaña en la plataforma de financiamiento colectivo GoFundMe, y la meta de 2,500 dólares fue superada en tan solo cinco días.
La gata tiene dos años, una cuenta en Twitter, en Instagram y una página en Facebook, donde sus seguidores (en total tiene 50000) la conocen por «Matilda, la gata extraterrestre» tal y como sus dueños la han bautizado.