Aunque no sea una novedad que las aspirinas pueden reducir el riesgo de aparición de cáncer. Pero si que lo es que podría detener su expansión en los pacientes que ya lo esten sufriendo. O asi lo testifica un resultado de un estudio de la Universidad de Oxford, dirigido por Peter Rothwell y publicado por la prestigiosa revista media «The Lancet».(http://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0140-6736(12)60209-8/fulltext)
Podríamos estar ante el principio de considerar a la aspirina como un medicamento anticancerígeno. Hace mas o menos un año que se dio a conocer otro estudio que hablaba sobre la capacidad de la aspirina de reducir hasta un 60% los riesgos de desarrollar cáncer, al parecer lo conseguiría reduciendo la inflamación de las plaquetas.
Este nuevo estudio sugiere que además de todo esto, los pacientes de cáncer que toman diariamente aspirina durante un período de unos 6,5 años ven reducida a la mitad la propensión del cáncer que padecen a expandirse que aquellos que no toman aspirina.
Evidentemente esto no es la panacea dado que se conocen los riesgos y efectos secundarios del uso habitual de la aspirina, como pueden ser las hemorragias internas, por lo que debería ser un médico quien supervisara la ingesta de este medicamento.
