Cuando nos cruzamos por la calle, algunas veces miramos a alguien y nos hacemos preguntas sobre él o ella, como por ejemplo, ¿visitará los mismos sitios web que yo?, ¿como será su personalidad?, pero rara vez pensamos que ese desconocido que acaba de pasar por tu lado disfrutaría torturándote.
Al parecer eso es mas común de lo que pensamos, o al menos así lo afirman investigadores de la Universidad de Columbia (Reino Unido), el sadismo no tiene por qué estar reservado para una minoría de personas, también se puede manifestar de muchas formas, como a la hora de matar a un insecto.
Estos investigadores ofrecieron a unos estudiantes de psicología la posibilidad de matar unos insectos o realizar algunas tareas desagradables para sí mismos, como duchas frías o limpiar un baño.
Un alto porcentaje de estos eligieron la opción de meter cochinillas vivas en una moledora y matarlas ellos mismos, un 27% de personas, quienes mostraban rasgos de sadismo y un poco de crueldad.
