Graban el renacimiento de un río en pleno desierto
Los lugareños de las áridas tierras del desierto israelí del Néguev han quedado sorprendidos ante un maravilloso regalo de la naturaleza: El cauce fluvial del río Zin, de manera inesperada e impredecible, ha resurgido. Llevaba varios años seco pero, tras varias precipitaciones acumuladas a lo largo de estos últimos años en unas montañas situadas a varias millas de distancia, se ha inundado de agua.
El río recorre 120 kilómetros desde el cráter Ramón, hasta ahora el mayor cráter descubierto no ocasionado por un meteoro en la tierra, hasta la llanura de Sodoma, en el mar muerto.
Ésta tierra seca conservaba el rastro del cauce del río Zin. El fenómeno dibujaba un paisaje espectacular con cañones hundidos y caminos polvorientos y serpenteantes moldeados por la erosión del agua. Ahora, inundados de agua, estos caminos han vuelto a recobrar vida.
Durante siglos, este terreno árido ha sido testigo de la desaparición y el retorno del agua en una serie de riadas repentinas. Presenciar el evento ha sido un rito para muchas generaciones (incluso aparece en el Antiguo Testamento). Por suerte, esta vez alguien tenía una cámara a mano. Un vecino captó el momento en el que las aguas del Zin volvían a aparecer junto a un cañón en Israel.
En la secuencia se puede apreciar el cauce del río intermitente sobre el paisaje desértico, la gente congregada para ver el caudal volver a la vida y cómo empieza a oírse un rumor que se convierte en estruendo al llegar el agua a la altura de los vecinos. Éstos se ven obligados a apartarse, entre gritos de alegría, para no ser llevados por la corriente.