Gas xenón, nueva forma de dopaje
La televisión pública alemana WDR publicó que los deportistas rusos que participan en los Juegos Olímpicos de Sochi inhalaban gas xenón antes de las pruebas.
Según este medio, esquiadores de élite inhalan cada tres noches un gas compuesto por una mezcla de oxígeno y xenón al 50%. Sesenta minutos antes de las pruebas repetían la operación para calmar los nervios de última hora.
Llegaban a la competición bajo los efectos de este compuesto que provocaba la producción natural de la conocida como EPO, una hormona que favorece la creación de glóbulos rojos, mejora la oxigenación y rendimiento físico y con ello, su capacidad pulmonar, resistencia y niveles de testosterona.
En conclusión, estarían más en forma que nunca y ningún control antidopaje podría detectarlo. Según el doctor Rodrigo Aguilera, director del Laboratorio de Control del Dopaje de Madrid, “si de la Agencia Mundial Antidopaje no ha legislado el uso de xenón es porque, técnicamente, no lo puedo considerar un dopaje sin pruebas fehacientes… No he leído nunca una publicación científica dentro del campo del dopaje que avale dicha tesis”, explicó el doctor en declaraciones a El Mundo.
Asimismo, hay investigaciones realizadas en ratones con gas xenón que muestran que, en un solo día, la producción de EPO en un 160%. Detectarlo en humanos es muy complicado porque apenas deja rastro, es muy volátil y se elimina fácilmente.