Fuegos artificiales afectan la migración de aves
Se supo al rastrear con GPS gansos migratorios. Se analizaron en Alemania, Dinamarca y Países Bajos durante el período de Año Nuevo. Así se determinó que los fuegos artificiales afectan la migración de aves.
Vuelos alterados
Son datos de movimiento de 347 gansos durante 8 años consecutivos. En la víspera de Año Nuevo, las aves abandonan repentinamente sus lugares para dormir. Vuelan a nuevas áreas más alejadas de los asentamientos humanos. Las aves perturbadas descansaron dos horas menos y volaron más lejos. A veces hasta 500 kilómetros sin parar.
Los comportamientos inusuales no terminaron con las celebraciones. Todos los días estudiados después del Año Nuevo, los gansos pasaron más tiempo buscando alimento. Nunca regresaron a sus lugares originales para dormir.
Se estudió especies migratorias del Ártico. Pasan sus inviernos en el norte de Alemania, Dinamarca y los Países Bajos. Tienen cambios significativos en el comportamiento invernal en respuesta a los fuegos artificiales. Normalmente, los gansos regresaban al mismo cuerpo de agua durante varias noches. Pero la víspera de Año Nuevo, cuando se encendían los fuegos artificiales, los gansos abandonaron sus sitios de sueño con más frecuencia. Volaron mucho más lejos y más alto que otras noches.
«Es impactante», dice en un comunicado Andrea Kölzsch, investigadora del Instituto Max Planck de Comportamiento Animal. «Algunos volaron cientos de kilómetros en una sola noche. Distancias que normalmente solo volarían durante la migración”.
Comiendo más
«Descubrimos que las aves abandonan sus lugares para dormir y eligen lugares más alejados de las personas. Están tratando de escapar de los fuegos artificiales», dice Kölzsch.
No es solo la respuesta inmediata a los fuegos artificiales. Las aves también comieron más y se movieron menos en los doce días posteriores a la víspera de Año Nuevo. «Compensan la energía adicional que gastaron durante la noche de los fuegos artificiales», dice Bart Nolet. Es investigador principal del Instituto de Ecología de los Países Bajos. Es el primer estudio que prueba que los fuegos artificiales afectan la migración de aves. La huella humana se hace presente siempre, modificando los cursos de la naturaleza.