Elaboran un queso a partir de bacterias de las axilas
La microbióloga Christina Agapakis y la artista Sissel Tolaas, en un proyecto artístico-científico-sensitivo, han elaborado un nuevo y dudoso manjar con bacterias humanas procedentes de las axilas, los dedos de los pies y la nariz de 71 personas. En principio, esta nueva variedad quesera no suena muy apetecible pero sus creadoras sostienen que puede aumentar nuestra tolerancia a determinados tipos de microorganismos.
Cada queso se elabora a partir de cultivos de bacterias de la piel de una persona diferente, así que al igual que el cuerpo humano tiene un olor único debido a su composición única de microorganismos, cada queso tiene un conjunto único de microbios que metabólicamente forma un olor único.
Las creadoras de esta variedad quesera explicaron que este proyecto comenzó con la constatación de que el ecosistema bacteriano de la piel humana es a menudo muy similar a los microbios característicos del queso.
Para explorar la conexión entre la piel y los alimentos, produjeron quesos intencionalmente tomando muestras de bacterias de estas regiones del cuerpo y cultivándolas en leche.
El proyecto denominado Bacterially fue presentado en la Feria Mundial de Ciencia en Nueva York, allí las autoras, explicaron que el olfato es uno de los sentidos en los que el contexto puede jugar un papel muy importante. El queso apestoso Limburger a menudo se considera un manjar en el mercado, y un pie maloliente se considera a menudo desagradable, pues bien, ambos olores son causados por una especie similar de bacterias Brevibacterium linens.
Así, en la elaboración de los distintos quesos intervienen bacterias y mohos que habitan en nuestros pies. Estos microorganismos, tanto los de los quesos como los de los pies terminan por producir una serie de metabolitos especialmente aromáticos muy similares, por no decir idénticos. Pues bien este proyecto artístico-científico-sensitivo es un ejemplo práctico de ello.