El trastorno de la doble personalidad o de identidad disociativo se conoce como la existencia de dos o más identidades o 
personalidades en un individuo, cada una con su propio patrón de percibir y actuar con el ambiente.
Asimismo, al menos dos de estas personalidades deben tomar control del comportamiento del individuo de forma rutinaria, y están asociadas también con un grado de pérdida de memoria más allá de la falta de memoria normal.
Sin embargo, se trata de un diagnóstico muy controvertido y discutido por los expertos durante años. Estudios entre profesionales de la salud demuestran un amplio escepticismo contra la idea de que este diagnóstico representa en sí un desorden mental en vez de un delirio con base cultural.
El tratamiento para personas que sufren un trastorno disociativo a menudo es largo y caótico y trata de reducir y de aliviar los síntomas más que de conseguir la integración. A veces, incluso un paciente con un mal pronóstico mejora lo suficiente con la terapia para sobrellevar el trastorno y comenzar a dar pasos rápidos hacia un mejor porvenir.
